La basura es comida cuando la comida es tirada

Foto: sicoactiva

Día tras día, miles de personas recorren los vertederos, los contenedores y los campos del mundo buscando los restos, los desechos, los excedentes y los productos que no pueden ser cosechados, con el fin de comerlos, reutilizarlos o darles otro uso. El documental "Les glaneurs et la glaneuse" ("los espigadores y la espigadora", Agnès Varda, 2002) muestra una panorámica del fenómeno de la recogida de bienes de la basura en Francia: indigentes, cocineros, activistas y artistas; explicando las variaciones, limitaciones, regulaciones y razones de tal fenómeno. La cámara de Varda juguetea recogiendo las imágenes, actuando así ella misma como una "espigadora de recuerdos" y reciclando lo que otras personas considerarían basura visual, como el baile de la tapa de una cámara que ha quedado encendida.

Foto: daquella manera

Por otra parte, en Estados Unidos encontramos el fenómeno Freegan (friganos, de free, gratis), que está empezando a introducirse en España, aunque sea visto todavía de forma crítica. De forma similar, otras personas apuestan por dejar sus alimentos en lugares visibles para que sean aprovechados por otras personas, o por reducir su propia producción de basuras al mínimo. La verdad es que la recogida de "comida tirada" para su consumo responde, aquí y ahora, a una necesidad primaria más que a un posicionamiento vital. La disponibilidad de comida para toda la población no respondería siempre a un problema de producción o de distribución, sino más bien a un proteccionismo del desperdicio de alimentos, apoyado por la desinformación, con el objetivo de asegurar la venta de alimentos y de otros bienes, incluso cuando ésta no sea necesaria.

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